sábado, 25 de agosto de 2012

Summer Time: Capitolo 23

Después de hablar con Dylan sobre lo que nos pasó la noche anterior y de las escaleras a toda prisa hasta llegar abajo y me dirigí a la cocina donde me esperaba mi madre con un desayuno de tortitas con sirope de chocolate y leche fría. Las comí con un poco de prisa por que eran casi las 10:00 me arregle y salí al porche con mi inseparable cámara, mi móvil y los cascos en mi bolso y me senté a esperarlos. Unos minutos mas tarde llegaron todos entre risas y bromas, todos menos Dylan que se le notaba una cara de preocupación. Ellos se sentaron en las escaleras para decidir que haríamos hoy.
— Bueno, ¿que podemos hacer hoy?- Dijo Claudia mirando al horizonte
— ¿Y si vamos a la playa?- Propuso Alison
— Por mi genial- Dijo Marcos
— Pues decidido ¿no?- Dije yo sonriendo- ¿Cogemos las bicis?
— Vale- Dijo Dylan. Al fin soltó una palabra- Nos vemos aquí en diez minutos- Todos asentimos y nos fuimos.
Abrí la puerta y subí corriendo las escaleras. Como ya llevaba el bikini puesto solo tuve que coger una toalla, la crema solar y mis gafas. Baje de nuevo y le di un beso a mi madre y a mi padre.
— ¡Adiós! Nos vemos a la hora de comer- dije sonriendo
— ¿A dónde vais hoy?- pregunto mi padre
— A la playa, luego nos vemos- Finalmente salí de mi casa
Cogí la bici y como antes espere. Al minuto llegaron todos y nos fuimos a la playa. Allí en una pequeña cabaña teníamos las tablas de surf donde las dejábamos en verano.
Fuimos haciendo una especie de carrera hacia ningún lugar en concreto. Tardamos quince minutos en llegar y serian aproximadamente las once menos veinte. Dejamos las cosas en la arena de la playa desierta y estiramos las toallas. Nos sentamos para darnos crema.
— No me creo que el final del verano este tan cerca- Dijo Marcos
— ¡Pf! Cállate que me deprimes- Dijo Claudia- ¡Jajaja!
Después de darnos cremas abrimos la cabañita donde estaban las cosas y cogimos las tablas de surf y empezamos a surfear. A los veinte minutos le dije a Marcos que teníamos que hablar solos, era importante.
— Bueno, tú dirás- me dijo Marcos
— Es que… Ayer Dylan y yo nos besamos- Dije yo mirándole a los ojos
— ¿¡Que!?- Dijo el furioso- ¿¡Pero te gusto!?
— No se, fue extraño. No me lo esperaba
— Ósea que te gusto, y si te gusto es que te gusta él.-Dijo apunto de llorar
— Bueno, puede que me gustara- Una lagrima callo de por mi mejilla- Pero te amo a ti, no a el.
— Mentira.- Se levanto, cogió sus cosas y se fue intentando no llorar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario