-Nos os volváis a meter en un lío así- Les dijo marcos- Hahaha
-¿De que te ríes?-Replico Claudia-
-De que por poco nos hemos salvado nosotros dos- Respondió
-¿Y que habéis echo todo ese tempo solos?- Dijo Dylan con un acento que intentaba pretender que habíamos echo algo ¿inadecuado?- Os fuisteis un poco picantes
-No hemos echo nada- Dije yo un poco picada, aunque en realidad no lo sabia- ¿Queda claro?- Marcos me miro y me sonrió y yo le devolví la sonrisa
-Ya, ya...- Metió Alison baza en el asunto- Lo has dicho muy alterada.
-¿Y vosotros?- Me defendió Marcos- ¿Qué paso después de irnos?
-Nada muy interesante en realidad- Afirmo Dylan- Solo bailamos y nos emborrachamos. ¡Ah, si! También nos bañamos Alison y yo, mientras Claudia dormía un rato.
-Pero… No tenéis la ropa mojada- Intervine yo
-Normal, no llevábamos- Comento Alison
-¿Lo hicisteis?- Pregunto sorprendido Marcos
-Puede, no lo recuerdo- Dijo Dylan con cara pensativa
-Hahahaha- Reímos todos aun sabiendo que era verdad que podían haber echo el amor.
A la llegada a las casa Marcos y yo fuimos a mi casa con intención de hablar de lo ocurrido, y averiguar toda la verdad mientras que los demás se iban a sus casas.
-¿Qué crees que ocurrió?- Le pregunte
-La verdad, no lo se
Empezamos a buscar alguna pista, por raro que suene.
-Bueno… ¿Qué mas da?- Me respondió a la pregunta inicial
El se acerco a mi y me empezó a acariciar mirándome a los ojos. Eran las
tres menos ocho minutos exactos de la madrugada. Me empezó a acariciar
la mejilla y yo abrazaba lentamente me empezó a besar y a meterme la
mano por debajo de la camiseta. Estaba muy claro lo que pretendía, pero
lo hacia con una ternura impresionante. Me quito la camiseta y yo lo
mismo a el, me toco el pecho y desabrocho el sujetador mientras yo le
quitaba los pantalones. Poco a poco nos fuimos recostando sobre la cama y
me termino de quitar los shorts ajustados y la ropa interior al igual
que el, se puso el condón que llevaba en el bolsillo desde principio de
verano por precaución decía el. Bajo las sabanas solo existíamos el y
yo, de una manera tan mágica, éramos como lobos en celo.
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